
Casi de inmediato se escucharon algunos disparos. Su dueño sale a buscarlo y sorprende a un vecino limpiando una gran mancha de sangre en el suelo y a su lado el cuerpo herido del perro. A pesar de la atención veterinaria urgente, no fue posible salvar su vida.
La autopsia practicada confirma que el fallecimiento se produjo debido a las múltiples lesiones producidas por tres disparos de escopeta, algunos proyectiles llegaron a entrar incluso por los oídos y la boca hasta el cerebro.