Ojetivo: Salir vivo de la perrera.


Después del trauma del maltrato y el abandono llega la actuación de las administraciones que crean estos centros/mataderos, sin las protectoras de animales, no habría ningún tipo de dignidad para los abandonados en este país. Vergonzoso. 

PARTE DE LA ENTREVISTA: 
Una segunda oportunidad pero no en España Hay casos, como el de Dilaila, que “te hacen perder la fe en la humanidad”, dice Herrera, de Gestión Felina. Esta gata persa fue encontrada en un barrio de Madrid. Sus dueños la habían abandonado, pero, como llevaba microchip, los miembros de la asociación pudieron localizarlos. “Ya no la querían y la dejaron en la calle. De vez en cuando le bajaban comida. Antes, el marido la había tirado dos veces desde un noveno piso y como no le pasó nada, decidieron abandonarla”, cuenta la presidenta de esta asociación, que no avisó a la policía para que multara a los propietarios por miedo a que Dilaila acabara en la perrera. La gata, que tiene 10 años, sigue a la espera de una familia. La gran mayoría de protectoras logran que todos los perros y gatos de los que se hacen cargo encuentren un nuevo hogar, pero en el extranjero. “Un 80% son adoptados en Alemania, Bélgica y Holanda, donde se involucran más”, apunta Marta Gil. En España, “solo se adoptan entre el 5% y el 6% de los animales”, asegura Gil. Por ahora, historias como las de Lula y Dilaila se repiten día tras día en nuestro país, donde la mentalidad está cambiando “pero muy poco a poco”, advierte Cortés. Si no fuera por la ardua labor de protectoras, veterinarios y voluntarios, muchas mascotas no hubieran tenido su segunda oportunidad. Pero, como ellos dicen, su trabajo es su vida. Fuente original: http://www.agenciasinc.es/