El Ministerio exige que los dueños de las rehalas se den de alta en la Seguridad Social por entender que la actividad que desarrollan es laboral.
Los dueños de perros para las monterías amenazan con no sacar a los animales esta campaña
Los rehaleros están en pie de guerra. El Ministerio de Empleo quiere obligarles a que se adscriban al Régimen General de la Seguridad Social por la labor que ejercen en las monterías. Sin embargo, los propietarios de las rehalas, (equipo formado por una veintena de perros para la montería), se niegan a tributar porque entienden que su actividad es solo deportiva, no laboral.
No se trata de un conflicto nuevo. Se viene gestando desde hace más
de un año en Andalucía y Castilla-La Mancha. En nuestra región, la
polémica estalló el 15 de enero de 2014, fecha en la que se produjeron
las primeras inspecciones de fincas por parte de los inspectores de
Trabajo. Durante toda la temporada cinegética, de octubre a febrero, se
realizaron 42 inspecciones. Estos controles, a pesar de que todos fueron
de carácter informativo, obligaron a suspender 18 monterías.