
El sábado 6 de septiembre el horror del rejoneo y el 7 de septiembre la corrida al uso, que por el diluvio que el Divino tuvo a bien enviarnos quedó suspendida. (Oeeeoeee oeeeeeeeeeeeeeee oeeeeeeeeee oeeeeeeeeeee)
De todos los permisos que solicitamos, para mostrar nuestra repulsa ante esta barbarie, por falta de respuesta de la administración correspondiente o por enredos en las tramitaciones, sólo pudimos lograr que la Delegación de Gobierno nos autorizara a mostrar nuestra repulsa con unos carteles que portamos nosotros mismos para no ocupar la calle el sábado, 6 de septiembre.
Para nuestra sorpresa muchas personas se pararon a felicitarnos. Algunos visitantes de otras comunidades se sorprendian al desconocer que en Extremadura hubiera un movimiento antitaurino presente y activo. Según nos decían, tenían a nuestra tierra por un lugar cerril y atrasado y les alegraba que no fuera así al 100%.
Muchos se mostraban indiferentes en relación a la celebración de las Corridas de Toros, en cuanto al maltrato a los animales pero se indignaron al conocer las cantidades de dinero que se invierte en el sostén de estas actividades desde la Diputación Provincial y los Aytos locales.