De todas estas actividades, la que nos ha impacto más, por la Declaración del año pasado de la ONU que reivindica que la tauromaquia permanezca alejada de la infancia por el gran daño emocional y moral a los niños, es el Encierro Infantil que tuvo lugar el 25 de julio, viernes.
Todo un espectáculo, subvencionado por el Ayto local, con música, bailes, regalo de camisetas blancas y pañuelos rojos sanfermineros y cabezas de toros de cartón-piedra que perseguía a los niños.
Lo realmente lamentable era enseñar a los niños, desde el micrófono del presentador, que los toros son fieras salvajes y brutales, que nacen para ser torturados, que los taurinos son los que más aman a los animales y les dan su lugar en el mundo; por supuestos, afirmar sin sonrojarse, que la tortura taurina es arte y animar a los niños a llevar a sus padres a la corrida de toros de esa noche en el pueblito parecía ser su máximo objetivo.
Tras la carrerita por una calle, remataron con la simulación de una corrida de rejoneo y toreo de salón a cargo de un niño del público que, con una espada, mató a un toro de cartón-piedra. Al caer al suelo simulando estar mal herido, el toro fue rematado por todos los niños a la orden del presentador que les pidió que acabaran con él a golpes.
En resumen, uno de los más deleznables espectáculos a los que hemos tenido el horror de asistir.
Esta espeluznante empresa es la prueba de la desesperación de los taurinos, que necesitan, imperiosamente que se alecciones a los niños y se los acerque a este mundo de crueldad y vileza hacia los animales.
Parece que la "cultura" de la tortura a los toros está cayendo al negro pozo del cual nunca debió salir y que las nuevas generaciones no aprecian las salvajadas con los animales como ocio.
La presencia de nuestra socia en este espectáculo que, por llevar un folio antitaurino, fue recriminada e insultada reiteramente y de manera pública a través de la megafonía de la plaza, puso muy nerviosos a todos. La voz del presentador temblaba, no sabemos si de vergüenza o de indignación.
Junto a la plaza de toros había una pintada contra la tauromaquia y una concentración antitaurina ante la plaza de toros durante la corrida de esa noche puso de manifiesto que muchos villanovenses están en contra de esta forma de ¿ocio?. Que el ayuntamiento se gaste más de 15.000 euros en esto tampoco hace muy felices a muchas personas que no tienen trabajo y viven gracias a las ayudas sociales.
Con acciones que aprobamos y otras que no, si debemos reseñar el crecimiento del movimiento antitaurino en Extremadura. La tortura no es cultura y no la queremos en Extremadura.