Lo veo, pero justifico. (La más triste de las minusvalías es no tener corazón).

El otro día me comentó un conocido que venía de presenciar una matanza en su pueblo gallego. Al cerdo le clavaron un cuchillo en el cuello y esperaron a que se desangrara. Luego le pegaron fuego a la piel para eliminar el mucho pelo de la raza. La sorpresa llegó cuando la llama sobre la carne del animal le hizo dar un respingo y volvió a chillar… aún no había muerto desangrado. El matarife comentó que suele pasar, por las prisas no da tiempo a dejarlos morir antes de abrasarlos.
¿Acabará acuchillado y quemado vivo?
Dicen que la visión de estas imágenes de niño te insensibilizan de por vida. No estoy de acuerdo y soy el ejemplo, como muchos que han vuelto del abismo ético donde moran cazadores y taurinos.
Me trajo a la cabeza el testimonio de un compañero del trabajo que había sido invitado a una barbacoa, de esas donde se elige una vaca, se mata y, empalada en un gran espetón, se asa ante los asistentes que disfrutan del espectáculo.
La ordeñáremos hasta que no pueda más, le quitaremos a sus hijos para comerlos y hacer guantes con su piel. Terminará sus días degollada y descuartiza por el matarife.
Acabé pensando que, de pequeño, también asistí a matanzas: pollos, conejos y cerdos. Dicen que la visión de estas imágenes cuando eres un crío te insensibiliza de por vida. No estoy de acuerdo y soy uno de tantos ejemplos, como muchos otros compañeros animalistas que han llegado del abismo ético donde moran cazadores y taurinos. Debe haber algo más para ser indiferente a la muerte y dolor ajenos, pero eso es asunto de un especialista.

Nosotros necesitamos más la leche de su madre que él. Sólo estarán juntos 24 horas en toda su vida.¿ esto es humanidad?
Me planteo la siguiente cuestión. ¿Qué pasaría si reconociéramos que los animales no humanos, como los humanos, tienen capacidad de sentir, inteligencia, intereses por la vida, que huyen del dolor y buscan el placer, etc? En otras palabras, si reconociéramos a los animales como lo que objetivamente son.
Que bueno es comer su pierna, perdón,  el jamón, ¿verdad?
A priori se me ocurre que los dos actos citados al principio del artículo, como poco, justificarían largas penas de prisión para sus artífices y compinches, pues serían actos de una atrocidad inusitada. En su defensa estos matarifes y compinches persistirán en el mito de que los animales son poco más que objetos, productos para uso y disfrute del ser humano, nada más… no son humanos.
Es un cachorro pero con algo hay que divertirse ¿no?



A mediados del siglo XX hubo un imperio que consideró a ciertos colectivos humanos – judíos, gays, gitanos, etc.- como una categoría distinta. No eran arios. Para excluirlos de la comunidad moral – y por tanto, no tener consideración ética hacia ellos- echaron mano de estudios como la frenología, pensamientos como el darwinismo social, mitología como la aria, etc… todo un sistema de creencias para acometer la explotación ajena sin compasión. Cuando perdieron la guerra y dicha ideología se vino abajo se “descubrió” la magnitud del crimen…

¿Pero qué habría pasado si la hubieran ganado los explotadores?
Encarcelado de por vida para que tú lo veas de cerca 5 minutos.¿ocio?
Tal vez hoy día tendríamos un esclavo judío en casa… y lo veríamos normal. De hecho, si alguien nos mostrara la maldad que subyace a este acto, defenderíamos con garras y dientes el sistema de creencias que justifica la explotación para evitar enfrentarnos a la realidad de ser responsables del mayor crimen de la historia de la humanidad.

Texto de Juan R. Arriaz. Publicado en la WEB del Pacma

De corazón compartimos el comentario a este texto de Juan Pablo Puliti:
"La toma de conciencia produce dolor al descubrir que se vive en una sociedad monstruosa".