No tengo palabras por lo que me atrevo a copiar aquí el texto de Virginia que comparto plenamente.
La experiencia fue increible, ésta es una de las pocas satisfaciones que como proteccionistas tenemos, sentir la conexión con los animales, mirarlos de cerca y abrir nuestro corazón al suyo. Fue maravilloso.
Campanero, toro bravo de 18 años. |
Virginia Iniesta en el facebook de Pacma Extremadura:
Hoy
he cumplido otro de mis sueños. He acariciado a un toro bravo. Su
nombre es Campanero, tiene 18 años y vive feliz en una finca donde le
cuidan y le quieren como a uno más.
Al tocarle la cabeza, me ha mirado fijamente con sus enormes ojos castaños, llenos de dulzura y de curiosidad. Y se me ha hecho un nudo en el estómago al pensar en los miles de toros, novillos y becerros iguales que él que cada año mueren en la más miserable agonía, desangrados, para que unos pocos puedan "divertirse".
Querido Campanero, no descansaré hasta el día que todos tus compañeros puedan disfrutar también de sus vidas, sin que nadie los maltrate, los humille ni los torture. Te lo prometo.
Al tocarle la cabeza, me ha mirado fijamente con sus enormes ojos castaños, llenos de dulzura y de curiosidad. Y se me ha hecho un nudo en el estómago al pensar en los miles de toros, novillos y becerros iguales que él que cada año mueren en la más miserable agonía, desangrados, para que unos pocos puedan "divertirse".
Querido Campanero, no descansaré hasta el día que todos tus compañeros puedan disfrutar también de sus vidas, sin que nadie los maltrate, los humille ni los torture. Te lo prometo.