
A pesar de nuestra advertencia, el pasado 17 de mayo se celebró dicho concurso con la entrega de hasta 6 cochinillos vivos, según palabras del propio alcalde, “para la ceba y la matanza del próximo año, que es la tradición en el pueblo”.
Las imágenes del concurso permiten ver cómo estos pequeños animales sufrieron un terrible estrés, chillando y retorciéndose aterrados, al verse separados de sus congéneres en un ambiente extraño para ellos, siendo sostenidos cabeza abajo por las patas traseras, pasando de mano en mano y rodeados de bullicio, música y ruido intenso.