Por fin, Diego está de nuevo en casa.

Diego y Rita son dos galgos que llevan años vagando por las periferias de Don Benito, varios de nuestros socios los alimentaban. 
Diego y Rita en su casa de acogida en Don Benito.
En los últimos meses, Ana, una de nuestras socias, se empeño en rescatarlos de la calle. No podían seguir allí. Con paciencia y mucho amor fue logrando su confianza día a día. Y una mañana al alimentarlos junto a su hija de tres años, la niña se acercó y acaricio a Diego, que se dejo mimar sin mover un músculo. Pocos días después Diego fue rescatado y su amiga Rita, al verlo contento con su nueva familia, también se dejo coger por la niña. Todo iba genial, únicamente nos quedaba rescatar a su compañera canela. 
Los llevamos a Badajoz para las esterilizaciones y allí iban a quedarse en casa de acogida gracias a Acan, la protectora de Badajoz. Todo salió muy bien en las operaciones pero unas horas antes de ser recogidos, Diego se escapó.
Eran las 10.00 horas del 15 de agosto, nos llamaron para informarnos que se había escapado de la Clínica DOVET.  No podíamos creerlo, estábamos desolados, inmediatamente nuestros compañeros de Badajoz comenzaron a buscarlo y nosotros nos fuimos para allá.  Han sido siete días de angustia, de incertidumbre, de buscar por todas partes, de preguntar, poner carteles, informar a todo el mundo..........hemos pasado muchas horas buscando a Diego y mucho miedo por lo que pudiera pasarle corriendo con una correa flexi colgando y recién  esterilizado.
Badajoz se nos hizo inmensa.Tenemos que agradecer las numerosas llamadas informándonos de los lugares y las horas en que lo habían visto que nos permitió centrarnos en una zona concreta de la ciudad, la carretera de Valverde, en varias rotondas de la zona.
Diego y Rita de paseo con su pequeña rescatadora
El lunes, 20, gracias a la gran labor de voluntarios de Acan Badajoz, descubrimos donde solía dormir, junto a un arroyo. Ayer, martes, fuimos seguros de encontrarlo durmiendo allí, pero no estaba. De nuevo, desesperación y miedo por si había decidido marcharse a otra zona de la ciudad. Nos dispersamos y buscamos por el entorno. 
A las nueve, hora en que nos llegaban las llamadas diciendo que estaba en las rotondas, decidimos apostarnos allí. Para nuestra sorpresa estaba durmiendo en la rotonda en la que desembocaba el camino que habíamos tomado para volver a la carretera. No podíamos creerlo.
Nos detuvimos todos y Ana cogió algo de comida y, llamando suavemente, fue caminando tranquila hasta él.  Diego levantó la cabeza y la miró, todos contuvimos el aliento, si salía corriendo ¿qué íbamos a hacer?, pero no, Diego se levantó y................... la reconoció. Ana se sentó en el césped y abrió la bolsa con comida que llevaba. Diego se movía a su alrededor oliendo y golpeándola con el hocico. Se tumbó de nuevo, dejó que le acariciara, comió un poco y busco caricias de nuevo. 
Todos esperábamos en tensión, al otro lado de la rotonda, en el camino, gritando en silencio que lo agarrara del collar YA. 
Cuando Diego volvió a tumbarse, Ana, se quitó al correa de la cintura, la enganchó en uno de los dos collares que aún llevaba, se puso en pie y le dijo "Nos vamos a casa". Diego se puso en pie y la siguió tranquilo. Cruzaron la carretera en nuestra dirección y todos nos abrazamos a ella y a Diego. Nerviosos, llorando, agotados, felices.........muchos de vosotros conocéis la sensación.No hay palabras para describirla.
Damos las gracias a las muchas personas que nos han llamado para decirnos donde lo habían visto, a Sergio que nos acompañó en las peores horas de calor en Badajoz buscando a Diego, a Ángeles de Acan que nos orientó en todo momento y salió a buscarlo cada día infundiéndonos esperanza a todos continuamente, a los voluntarios de Acan Badajoz incansables, a todos los compañeros que han difundido en sus web, blog, facebook.........y a las docenas de personas que por teléfono, email o facebook nos han animado y reconfortado. 
Diego está de nuevo en casa, a salvo, un poco más flaco y con algunas heriditas pero feliz. Gracias a todos. 
Olga, Ana, Diego y Ángeles, el martes por la noche. Nos vamos a casa, peque.