Las Fallas son una excusa más para aumentar la gran cantidad de animales que son sacrificados cada año en eventos taurinos. Por eso, más de un centenar de activistas de AnimaNaturalis en contra del maltrato animal vistieron de negro y portaron lápidas que recordaban los nombres de cada uno de los toros muertos históricamente en la plaza de Valencia.
Cada uno de ellos representó a un toro asesinado por la ignominia de la tauromaquia. Con esta singular puesta en escena condenamos la 'tradición' que seguimos arrastrando en muchas de nuestras comunidades.
“Valencia no necesita maltratar animales para atraer gente en las fiestas, ya tiene suficiente reclamo cultural”, afirma Aïda Gascón, directora de la organización en España. “Seguir siendo conocidos en el mundo como torturadores de toros es una vergüenza. Esa sangre mancha las Fallas y todo su valor artístico”, añade.
Si bien la tauromaquia lleva varios años de capa caída, cerca de 18.000 toros son asesinados cada año en toda España. Este año además, han bajado el precio de los toros de Valencia, intentando promover la crecida del público.