En el quinto toro de rejones, al salir de un par de banderillas, el caballo sufrió un infarto, hecho muy inusual confirmado por los veterinarios y los servicio de plaza. El animal fue arrastrado encima de un capote hasta el patio de caballos, donde varias personas ensayaron infructuosamente repetidos masajes cardíacos y otros recursos de emergencia.
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