Extracto de la entrada de la web de la Federación Taurina de Valladolid:Enamorados de la Fiesta de los Toros ¿Hasta cuando?
Y ahora, aplicando la decisión a otro espectáculo público de primer orden como es el de los toros, estaría bien remojar las barbas por aquello de al ver pelar las del vecino, considerar sobre todo para dar justicia al rumboso empresario taurino que otorga invitaciones, pases, acreditaciones a los espectáculos de toros en una plaza permitiendo la entrada de baracolofi a tantos y tantos como acceden a los cosos sin costarles directamente ni un euro, ni una peseta, ni una perra: Familiares, amigos, compadres, conocidos, políticos, alcaldes, concejales, jefes de gabinetes, fotógrafos, periodistas, blogueros, auxiliares, ayudantes y un sin fin de adheridos a la causa que son capaces de dar bullicio y alegría a los callejones de las plazas, tendidos, palcos, gradas y andanadas donde las haya.
En más de una ocasión los empresarios taurinos habrán comentado y puesto encima de la mesa las exageradas solicitudes de entradas de favor, sin coste alguno para el beneficiado, debido al elevado número de acreditaciones que se piden cuando se convoca un espectáculo taurino. Especialmente ante la creciente salida de páginas cibernéticas donde noticias, videos, fotografías y opiniones vierten comentarios, imágenes y reseñas con los resultados obtenidos por los diestros en las ferias celebradas o en cualquiera de las múltiples actividades que efectúan peñas, federaciones, agrupaciones, círculos, asociaciones o sociedades taurinas. Hasta el extremo se ha llegado que incluso, más de una mercantil tiene en sí misma su propio servicio gráfico y literario al que puede accederse y ser utilizado por terceros, evitando así la proliferación de medios “acreditados”, por aquello de Juan palomo, yo me lo guiso y yo me lo como.