Lluvia de almohadillas en Don Benito para 'Manolete-Gradus ad parnassum'
El espectáculo, inspirado en la última faena de Manolete que se representó en la plaza de toros dombenitense, no cumplió con las expectativas creadas.
El compositor David R. Díaz de la Espina vendió su montaje como una corrida de toros virtual en la que el diestro cordobés convertido en mito volvería a la vida a través de innumerables puntos de luz y sonido repartidos por el coso dombenitense. Iba a ser un espectáculo periférico, inédito en todo el mundo y con una gran capacidad para sorprender al público. Medio centenar de artistas interpretarían de forma conjunta una partitura compuesta por él y más de una decena de asociaciones de carácter social y cultural colaborarían en el proyecto. Con estos mimbres, se generó una gran expectación que se tradujo en una afluencia de público más que aceptable, con unas 1.000 personas dispuestas a ver el show en la plaza de toros.
La faena empezó con un retraso de una hora. Embebidos por el
escenario, el público mostró su desesperación con un contra aplauso. La
Banda de Música, con buena fe, improvisó un par de pasodobles que
tranquilizaron al respetable.
Cuando quiso empezar el espectáculo ya era tarde. La actriz cántabra
Marga Sánchez interpretó un monólogo que causó total indiferencia.
Luego, Isabel Gemio, en representación de su fundación saludó al tendido
a través de una pantalla, ya que la performance iba acompañada de una
gala con tintes benéficos.