No a los circos con animales

Los animales en los circos viven una vida de dominación, confinamiento y entrenamiento violento.
A pesar de que los circos siempre reclaman lo contrario, los entrenadores usan métodos abusivos para entrenar a los animales y así dominarlos por la fuerza para que ejecuten los números.
La rutina es el entrenamiento mediante golpes y amedrentamiento de los animales sirviéndose de cuerdas, collares, bozales, mangos eléctricos, látigos y ganchos metálicos, que son herramientas típicas del entrenamiento y actuación de un circo. Esto debe mostrarnos que los animales están siempre siendo obligados a actuar. Ellos no lo hacen porque quieren: lo hacen porque temen los castigos que les darán si no actúan.
Algunos garfios y ganchos metálicos están discretamente diseñados para dar golpes eléctricos (llevan unos dispositivos ocultos en la parte que se manipula el bastón), por lo que el público o quien no sea el manipulador del animal no podrá darse cuenta de que lo están electrocutando.
Algunos entrenadores, sino todos, suelen decir que utilizan métodos positivos como el refuerzo y las recompensas, pero muchas veces estos se dan también bajo situaciones abusivas: premiar con comida sólo funciona en animales hambrientos, por mencionar un abuso típico de los entrenamientos circenses.
¡No asistas a circos con animales!
circos.org