La ciudad de Chicago acaba de aprobar una Ordenanza que prohíbe la venta
de cachorros de perros, gatos y conejos criados para ser vendidos en
establecimientos de venta de animales. Después de una moratoria de 1
año, Chicago sólo permitirá que las tiendas obtengan animales
procedentes de protectoras, centros de rescate y refugios. Chicago mata a
miles de perros y gatos cada año.
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