La mayoría de ellas son ilegales. Están a las afueras del pueblo, en el monte o en fincas apartadas.
Los perros viven siempre atados, hembras pariendo entre todos los perros, peleando por la comida, sin sanidad ni atención veterinaria, comiendo pan duro....el infierno en la tierra. Si son heridos en las caceráis (por los colmillos de un jabalí o un tiro perdido) allí se quedan agonizando. Muchos son abandonados en los cotos. Probablemente una de las formas más terribles de maltrato animal.