En relación a la galga muerte en el metro de Madrid

Metro de Madrid ha emitido un comunicado al respecto: “Lamentamos que el perro haya aparecido sin vida. Os podemos asegurar que se ha hecho todo lo posible en todo momento por rescatarlo”. Falso. Lo que hicieron los superiores fue impedir la labor de personas expertas en rescates. Y los trabajadores, obedecer. Los mismos trabajadores que se atreven a parar los trenes para ejercer su, legítimo, derecho a la huelga. ¿O es que cuando hacen huelga obedecen órdenes de sus superiores? ¿Por qué no tomaron la misma decisión para salvar la vida de la galga? ¿Por qué no se atrevieron a desobedecer?
En este mundo nuestro anegado de abuso, de insensibilidad, de injusticia, nuestra revolución ha de ser la desobediencia. La que desobedece las órdenes de la injusticia. La que se enfrenta a la insensibilidad. La que combate el abuso. Como los médicos que se han negado a obedecer la orden de no atender a las personas sin papeles. Como los funcionarios que se niegan a obedecer la orden de ejecutar desahucios. Es muy sencillo: queremos un mundo donde el Metro pare para salvar a una perra. Un mundo en el que un trabajador se la juegue no solo por su paga extra sino por la vida de una galga. Un mundo donde los superiores sean mínimamente inteligentes, lo justo para darse cuenta de que salvar a una perra abandonada no solo es un deber moral sino que les granjeará simpatías.  Leer el terrible caso en Artículo de Rúht Toledano: REVISTA BURBUJA. INFO

Para firmar la petición de Justicia para esa galga sin nombre: pincha aquí



Un juez avala la denuncia de El Refugio contra Metro por maltrato animal. Leer la noticia en El País: pincha aquí