El presente Reglamento sustituye, a partir del 11 de julio de 2013, a la
Directiva «Cosméticos» que regulaba hasta ahora la libre circulación de
este tipo de productos, garantizando un alto nivel de protección a los
consumidores. Las disposiciones del Reglamento pretenden garantizar la
protección de la salud y la información de los consumidores, velando por
la composición y el etiquetado de los productos. El Reglamento prevé
asimismo la evaluación de la seguridad de los productos y prohíbe los
experimentos con animales.
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