Una perrita recogida de la calle salva la vida del hijo de la familia que la rescató.

No todas las historias que publicamos deben ser traumáticas. También hay personas que saben apreciar el valor de los animales, dándoles una vida junto a los demás seres vivos del hogar como si se tratasen de un miembro más de la familia. Un gesto que dice mucho tanto de la mascota como del dueño, mostrando una confianza mutua que solo se labra con el paso del tiempo y los gestos de cariño. Y, como debería ser siempre, este tipo de acciones acaban teniendo su recompensa de una forma u otra, siendo en este caso la vida del bebé, salvada por el perro que tienen como mascota.
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