Durante muchos años la Protectora de Cáceres ha gestionado la perrera municipal, salvando miles de vidas de perros y gatos y encontrando para ellos una vida mejor con buenas familias. Además, ha denunciado los casos de maltrato animal y realizado una labor fundamental de información y asesoramiento a los ciudadanos para cambiar nuestra sociedad buscando dignidad y respeto para nuestros animales.
La respuesta a este trabajo desinteresado y titánico de la protectora, por parte del Ayuntamiento de Cáceres, es incumplir los convenios con la protectora de manera sistemática y, por último, expulsar a la asociación de las instalaciones donde se hallan los perros y gatos recogidos.
Hoy es Cáceres, mañana pueden ser otra de las pocas perreras gestionadas por las asociaciones, donde no se sacrifica porque en ellas trabajan incansablemente los voluntarios de las protectoras.
La administración extremeña, desde la Presidencia de la Junta a los alcaldes, nunca ha mostrado interés por los animales, excepto para financiar los espectáculos sangrientos de toros y vaquillas, pero dar la espalda a la protección animal que hacemos los defensores de los animales, para volver a las cavernas de las perreras, de la cual no han salido aún muchos ayuntamientos, entre ellos el de Don Benito, es una vergüenza para los extremeños como sociedad.
Un voluntario de una protectora alemana nos hizo una broma que ahora no me parece tan graciosa, porque es una realidad, dijo "España es el país de Africa más avanzado en protección animal".
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