Durante décadas el Zoo de Almendralejo fue denunciado por activistas de defensa animal. Después de una larga lucha lograron que se reconociera el lamentable estado de los animales en ese lugar y que se cerrara.
La ley obligó al propietario a reubicar a los animales en lugares adecuados pero ahora ante la demanda de Ecologistas de Extremadura para conocer el paradero de los mismos, nadie sabe, nadie contesta.
Una nueva muestra del nivel en protección animal de la administración regional.